Durante
las fiestas de Navidad, en Francia, la tradición quiere que de
postre se coma un tronco de navidad. Que sea en Nochebuena, el día
25 e incluso en Nochevieja. Hay para todos los gustos.
Pero
¿de dónde viene esta tradición?
En
el siglo XII, el dueño de la casa tenía que ir a buscar un tronco
de árbol, el más grande posible, para meterlo en la chimenea y que
dure hasta el día de la Epifanía, durante unos 20 días. El ritual
quería que fuera una jovencita que encendiera el tronco con cenizas
del tronco quemado el año anterior. Este tronco era sinónimo de
abundancia y se tenía que regar con vino, sal o aceite directamente
en la chimenea.
Pero,
a partir del siglo XIX, las chimeneas empezaron a desaparecer y se
tuvo que sustituir el tronco por unas velas. Habrá que esperar hasta el año 1945 para ver en las pastelerías un tronco
de navidad de postre.
Aquí
tenéis una propuesta para animar vuestras cenas
de fiestas de fin de año: un tronco de navidad de chocolate y coco.
Ingredientes:
Para
la crema pastelera:
3
yemas de huevo
600
ml de leche entera
50g
de coco rallado
50g
de azúcar
6
cucharaditas de maicena